Congreso Universidad, enero-abril 2024; 11(1), e7

Presentado en el I Taller "La perspectiva informacional en la Educación Superior transformadora, de calidad, pertinente y sostenible"

 

Artículos científicos

Percepciones de estudiantes universitarios sobre cambios en modos de aprendizaje, mediante empleo de nuevas tecnologías

 

Perceptions of university students about changes in ways of learning by means of employment of new technologies

 

Lourdes Guitart Pérez-Puelles1 0000-0003-3880-6950 antonrecio39@gmail.com
Andrés Valdés Alfonso1 0009-0000-7430-9447 valdesandres6@gmail.com
Luis Álvarez Dorta1 0000-0002-6688-8124 luisad@ucpejv.edu.cu

1 Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique "José Varona". Facultad de Ciencias de la Educación. La Habana, Cuba.

 

Recibido: 15/01/2024
Aprobado: 5/02/2024


RESUMEN

El empleo de las tecnologías de la información y las comunicaciones dejaron de ser solo herramientas tecnológicas educativas para convertirse en una de las competencias básicas a desarrollar en el proceso educativo. Los cambios en el modo en que los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Pedagogía-Psicología aprendieron con el uso de las nuevas tecnologías, especialmente, después de la pandemia fue el objetivo del presente estudio. Cuatro grupos focales integrados en total por 44 estudiantes de los cuatro años de la carrera respondieron el protocolo. Se utilizó el análisis de contenido y la herramienta automatizada de análisis cualitativo de textos no estructurados Atlas.ti para la codificación, identificación de patrones de respuesta y la elaboración de un mapa conceptual de palabras. La triangulación de fuentes y contenido permitió el análisis de los resultados. El estudio ratificó el uso unánime de los celulares para el acceso a Internet, a las redes y como recurso complementario de búsqueda de información; el estudio independiente se realizó en dependencia de la complejidad de las asignaturas, el volumen de contenidos y la motivación. Fue significativa la prevalencia de estudiantes que aún prefieren los libros de texto para estudiar y de aquellos que requieren mejorar las habilidades metacognitivas. Las nuevas tecnologías tuvieron un uso privilegiado en actividades de carácter recreativo y de entretenimiento. En general, después de la pandemia le dedicaron más tiempo al estudio independiente. Se necesitan otras investigaciones para profundizar y optimizar el uso de las tecnologías en la formación profesional del psicopedagogo.

Palabras clave: aprendizaje; nuevas tecnologías; percepciones.


ABSTRACT

Information and communication technologies are no longer educational technological tools and their use has become one of the basic skills to be developed in the teachinglearning process. The changes in the way in which the students of the Bachelor of Pedagogy-Psychology program learned with the use of new technologies, especially after the pandemic, was the objective of this study, especially after the pandemic, was the objective of the present study. Four focus groups made up of a total of 44 students from the four years of the degree, answered the protocol. Content analysis and the automated tool for the qualitative analysis of unstructured texts, Atlas.ti were used for the coding and identification of response patterns and the development of a conceptual map of words. The triangulation of sources and content enabled the analysis of the results. The study ratified the unanimous use of cell phones for access to the Internet and networks and as a complementary resource for the search for information; the independent study was carried out depending on the complexity of the subjects, the volume of content and the motivation. The prevalence of students who still prefer textbooks to study and those who need to improve metacognitive skills was significant. New technologies had a privileged use in recreational and entertainment activities. In general, after the pandemic, they devoted more time to independent study. Other research is needed to deepen and optimize the use of technologies in the professional training of educational psychologists.

Keywords: learning; new technologies; perceptions.


 

INTRODUCCIÓN

El acceso a una educación de calidad como derecho fundamental de todas las personas, se enfrenta a un contexto de cambio paradigmático en el siglo XXI. Históricamente, la evolución de las tecnologías que impactan la educación ha transitado por cinco etapas, desde las tecnologías de la imprenta con predominio de los libros de texto, seguida por los medios audiovisuales, hasta llegar al "learning analytics", la cual se ha caracterizado por la neurálgica ausencia de los educadores (Castañeda et al., 2020).

Las ventajas y desventajas de las tecnologías educativas (TE) han sido señaladas por algunos autores (Raja et al., 2018, Bond et al., 2020). La revolución digital representa un cambio profundo en las formas de relacionarnos, socializar, producir, difundir, crear y acceder a la cultura y al conocimiento, lo que conduce a una "metamorfosis de nuestra existencia como humanos" (Área y Adell, 2021, pp. 84). Asimismo, la tecnología ha comenzado a cambiar los roles de los educandos y educadores. El modelo pedagógico predominante por muchos años, donde el maestro es la fuente primaria de información y los educandos la reciben pasivamente, evoluciona hacia el modelo de aprendizaje centrado en el estudiante, de modo que este asume mayores responsabilidades en su propio aprendizaje.

Las condiciones creadas por la pandemia de la Covid-19 impusieron el uso precipitado de las tecnologías para continuar el curso escolar ante la supresión del aprendizaje presencial. Los impactos aún se investigan, pero las brechas de aprendizaje se incrementaron en la mayor parte de los países, según estimaciones de organismos internacionales (UNICEF, 2019). Precisamente, las diferentes vías y usos de las tecnologías, que incluyen el aprendizaje a distancia, fueron los responsables de sostener el sistema educativo y obligó a que resurgiera con más fuerza la pregunta ¿cómo impactan las tecnologías a las escuelas y la educación en general?

Las herramientas tecnológicas en tiempos de emergencia aceleraron la ruptura de barreras tradicionales en el aula e incrementaron la significación de su uso en la educación, mediante nuevos modelos y estrategias, además de generar espacios de formación, información, debate y reflexión. Las tecnologías de la información y las comunicaciones han dejado de ser tan solo herramientas tecnológicas educativas y su empleo se convierte en una de las competencias básicas a desarrollar en el proceso de enseñanza-aprendizaje (Alcívar et al., 2019).

Precisamente, dados los cambios observados en el modo en que los estudiantes aprenden después de su reincorporación a las aulas y las experiencias de estudiantes y profesores durante el aislamiento en casa, la presente investigación tiene como objetivo determinar en qué medida el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones modificaron los aprendizajes de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, en los últimos dos años.

El escaso marco teórico conceptual que ha marcado la disciplina de las TE por parte de investigadores y docentes, así como la conceptualización que se tiene de esta disciplina restringe lo que se hace con las TE y cómo se trabajan con estas. La visión instrumental centrada en la eficiencia del uso de las tecnologías, o la concepción cultural (preocupada por cuestiones de significados, y experiencia) limita una comprensión más amplia de la tecnología y cómo está cambiando el mundo y a los seres humanos, no solo, en el campo de la educación, sino también al convertirse en un campo de batalla político e ideológico, desde una perspectiva sociológica y política (Selwyn, 2017).

Algunos autores en el ámbito universitario utilizan el término TE desde la perspectiva de un proyecto que acompaña el proceso educativo donde se involucran los estudiantes, profesores y las facultades universitarias, y cómo se aplican las tecnologías para mejorar los procesos de aprendizaje (Cabaleiro y Vera, 2020). En el estudio se definen las TE como el campo de conocimiento que abarca la compleja relación entre profesores, estudiantes y el uso de la tecnología en la comunidad universitaria. La dimensión tecnológica desde la pedagogía se define como la utilización de las TE, en tanto instrumentos habilitadores del proceso de enseñanza-aprendizaje, a partir de los recursos tecnológicos disponibles (institucionales y personales), los procedimientos y estrategias de comunicación establecidas y los impactos psicopedagógicos derivados de su uso.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Dado que en el estudio exploratorio se planteó dar respuesta a los posibles cambios en los aprendizajes de los estudiantes, se empleó el método de grupos focales para conocer las percepciones de los estudiantes. Se utilizó el Manual de entrenamiento de métodos de recolección de datos mediante entrevistas semi estructuradas y grupo focales de la Rand Corporation (Harrell y Bradley, 2009) para elaborar el Protocolo de recogida de información. Además de las percepciones, se indagó en las tecnologías digitales que se utilizan con mayor frecuencia y para qué; los métodos y recursos de aprendizaje con las nuevas tecnologías y las vivencias de aprendizaje antes y después de la pandemia de Covid-19. El Protocolo permitió garantizar la coherencia entre los diferentes grupos, las preguntas de investigación y el tiempo de discusión para cada área temática.

El estudio se realizó en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Pedagógica de La Habana. Se empleó el muestreo intencional no probabilístico para seleccionar una muestra de 44 estudiantes de una población total de 85, bajo el criterio de permanencia y participación en el proceso docente. La muestra estuvo constituida por 40 mujeres y 3 hombres entre 18 y 21 años de edad. Se organizaron cuatro grupos focales, uno por año de la carrera y cada uno integrado por 11 estudiantes del mismo año. El análisis de contenido cualitativo permitió determinar los patrones de respuestas y principales tendencias referidas a las cuatro categorías de análisis que dan respuesta a los objetivos de la investigación: 1. Recursos tecnológicos (infraestructura y conocimientos teórico-prácticos); 2. Proceso educativo (exploración de contenidos, habilidades, recursos didácticos, estrategias de comunicación, hábitos de estudio y vivencias; 3. Respuestas a las demandas de la situación de aprendizaje (motivación, actitudes y metacognición); 4. Modificaciones en las situaciones de aprendizaje durante y después del aislamiento en casa, decretado por la pandemia de Covid-19.

La triangulación de fuentes y de contenido permitió hacer inferencias válidas y confiables respecto a los datos empíricos. Se utilizó, además, la observación participante durante el desarrollo de los grupos focales para complementar la recogida de información e interpretación de los resultados. Se utilizó la herramienta automatizada para el análisis cualitativo de textos no estructurados Atlas.ti.7, con la cual se pudo conformar el mapa conceptual de la nube de palabras más reiteradas en los grupos focales.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

El análisis de los patrones de respuesta se describe por las categorías definidas en el estudio.

Recursos tecnológicos

Los teléfonos celulares se han convertido en la tecnología moderna de uso unánime por los estudiantes. Todos los integrantes de los cuatro grupos refieren que el teléfono celular es la tecnología a la cual tienen acceso de forma unánime y la que utilizan con más frecuencia. La mayoría de los estudiantes tienen computadora o laptop en casa y, excepcionalmente, tableta. Con pocas excepciones en los cuatro grupos, todos acceden a través de datos móviles. Los padres de la mayoría de los sujetos financian el acceso a las tecnologías. Los sitios a los que más acceden son los buscadores, precisamente, porque las TE se utilizan como un recurso complementario para buscar o ampliar información en cualquier formato o realizar las actividades orientadas por los profesores. La complejidad de estas actividades se incrementa en los años más avanzados. Las plataformas educativas se utilizan, fundamentalmente, para los cursos a distancia a diferencia de otras universidades extranjeras y cubanas, donde los cursos on-line están disponibles en dichas plataformas para todas las carreras.

La mayoría afirma que utilizan las tecnologías las 24 horas, de los siete días de la semana, aunque al precisar la frecuencia de uso para el estudio, los tiempos varían intra y entre grupos. La variabilidad comprende los que plantean 15 minutos, media hora, una o dos horas diarias y hasta seis horas o los que afirman que entre dos a diez horas semanales. Los de tercero y cuarto año, incrementan las horas de estudio diarias.

El resultado anterior coincide con los hallazgos de Bond et al., (2019) al referirse al uso de las tecnologías en los procesos de enseñanza y aprendizaje en los últimos 10 años, el cual se ha centrado en cómo las redes sociales podrían mejorar el aprendizaje de los estudiantes mediante los teléfonos celulares.

Proceso educativo

Con respecto al modo en que utilizan las tecnologías para estudiar, difieren en función de los métodos de estudio, los intereses y motivaciones individuales. La mayoría de los grupos utiliza las tecnologías para buscar información o palabras en la Web, descargar documentos, audios o videos; consultar bibliografía, leer libros en formato digital y comunicarse entre los estudiantes o con los profesores. Estas actividades responden a orientaciones dadas por los profesores en clase, como hacer tareas, trabajos prácticos, investigar, aclarar dudas y hacer guías. Algunos refieren que buscan también noticias, investigan (como, por ejemplo, comparan fuentes bibliográficas de libros de texto y publicaciones en la Web) y, los de tercero y cuarto años, elaboran presentaciones (PPT), mapas conceptuales, videos o multimedia, generalmente, en los celulares y computadoras.

El uso de las tecnologías durante las clases es afirmativo en todos los grupos, pero difieren los objetivos. Los estudiantes de primero y segundos años refieren que pueden utilizarla para buscar términos o información, profundizar en los contenidos dados por el profesor, acceder a documentos que orientan en clase o copiarlos. Los de años más avanzados también las utilizan para grabar la clase o tirar fotos sobre lo que los profesores escriben en la pizarra.

A diferencia de la pregunta anterior, cuando se precisa cómo las utilizan para aprender, la variabilidad es aún mayor. Los grupos focales de primero y segundos años prefieren los materiales audiovisuales; estos grupos junto con el de tercero, perciben que la vía más eficaz para aprender es elaborar un resumen escrito; grabarlo y escucharlo. Algunos prefieren elaborar sus propios manuscritos a fin de fijar el conocimiento, hacer esquemas, mapas conceptuales o infografías. Los de cuarto refieren que consultan varios artículos científicos, libros impresos y escuchan podcast.

Las formas de organización para realizar el estudio, no parece estar muy clara entre los integrantes de los grupos focales. Las escasas respuestas indican que no han adquirido habilidades metacognitivas con respecto al modo en que se organizan para aprender o, al menos, no saben explicar cómo aprenden cuando se les pregunta directamente. La mayor parte de las respuestas aluden a los medios que más útiles resultan para estudiar, como los audiovisuales y los textos escritos elaborados por los propios estudiantes.

Es unánime el criterio de los estudiantes en cuanto al uso de plataformas y buscadores como Google, Google académico, Facebook y YouTube. De forma individual, señalan Instagram, Pinterest, Zafari, Ecured, W.O.H (World of History, por sus siglas en inglés), entre otros. Se reitera el criterio de los textos en HTML, PDF y audiovisuales y, en particular, los videos, como los más útiles para aprender. También señalan artículos de revistas científicas, específicamente, las que se publican en las bases de datos.

Con respecto al uso de libros digitales o impresos para el estudio, a pesar de la variabilidad de las respuestas, se pueden agrupar entre los que prefieren utilizar los libros de texto impresos, los que eligen los textos digitales y los que optan por una opinión intermedia, en dependencia del uso. Los primeros son mayoritarios y sienten que los libros de texto dan más seguridad, logran más concentración en la lectura, mantener la atención, estudiar con ellos y hacer notas. Critican los textos digitales porque causan trastornos en la vista, cansancio, dificultan la lectura y esta se interrumpe continuamente por las notificaciones cuando están conectados a Internet.

Los estudiantes que distinguen los textos digitales consideran que es más práctico porque pueden acceder simultáneamente a mucha bibliografía y, desde cualquier lugar con un clic; se facilita la búsqueda del texto con el buscador, se entrenan en la ejercitación de multitareas, las tecnologías tienen mayor capacidad de almacenamiento y los textos están más actualizados.

Los terceros encuentran ventajas y desventajas en ambas. La lectura en formato digital es más fácil de leer, se facilita el trabajo con los documentos (copiar, pegar, editar, etc.) y se puede transportar con más facilidad. Las desventajas es que pueden no estar accesibles por dificultades con la batería, la electricidad, entre otras.

Este resultado sustenta lo planteado por Castañeda et al. (2020) donde la tecnología de imprenta, continúa dominante en las aulas y modelando las prácticas docentes. Asimismo, los hallazgos científicos hoy día no establecen claramente que la lectura digital conlleve a mejores y más consistentes resultados de aprendizaje para el lector (Jinghui Hou et al., 2017).

La mayoría coincide en que el aprendizaje de cada asignatura, con el uso de las tecnologías, difiere por varios motivos y circunstancias. A las asignaturas menos difíciles, le dedican menos tiempo y las aprenden rápido; las que llaman más científicas, complicadas o que tienen mayor volumen de información como Fisiología y Psicología, le dedican semanas. También a las que requieren mucha práctica, o por las que se sienten motivados.

Entre las vivencias en el uso de las tecnologías durante su preparación como profesionales, los grupos focales coincidieron en que las más productivas fueron para la búsqueda de información orientada por los profesores y profundizar con la consulta de revistas científicas. Tienen vivencias positivas en la preparación de clases, la elaboración de presentación y videos, documentales o entrevistas de personalidades, jerarquización de contenidos mediante listas de tareas. Algunos estudiantes refirieron que las redes pueden utilizarse para la práctica profesional.

Se visualiza, parcialmente, el espectro de oportunidades que ofrecen las tecnologías para su preparación como profesionales, aun cuando este se amplía de primero a cuarto año. La colaboración dentro de los entornos de aprendizaje en línea (aprendizaje colaborativo) no se menciona en ninguno de los grupos focales, a pesar de que se identifica como una de las competencias clave para el siglo XXI, especialmente en la educación superior (UNESCO, 2021). Como puede verse en estos resultados, el empleo de las TE se reduce al de herramientas para trasmitir información o acceder a ella y, bajo esta mirada, el objetivo de la educación se define de manera tradicional. Uno de los temas más reiterado en las publicaciones relacionadas con las TE se refiere al papel de las instituciones educativas y los educadores, quienes deben liderar una propuesta e que entienda las potenciales de las TE y los riesgos de no aplicarla o aplicarla de manera inadecuada (Bond et al., 2019; Cueva Gaibor, 2020).

Respuestas a las demandas de las situaciones de aprendizaje

Indagar sobre las motivaciones para el estudio fue otra de las preguntas debatidas en los grupos focales. La mayoría de los estudiantes de los cuatro grupos refiere que estudian porque tienen alguna evaluación, seminario, trabajos a entregar, entre otros. De manera individual, refieren que depende de la complejidad de la asignatura, estudian para indagar sobre cuestiones que les interesa profundizar o que no tienen que ver con la carrera.

Algunos coincidieron en que el aprendizaje de las asignaturas depende no solo de la motivación de los estudiantes, sino también de la motivación que logre despertar el profesor. Alumnos ayudantes, de los grupos focales de tercero y cuarto años, sugirieron métodos que facilitan el aprendizaje como aplicar técnicas, juegos, orientar a los estudiantes desde la clase anterior los contenidos de la clase siguiente y darles la bibliografía para que investiguen y debatan en clase.

Entre otros usos de las tecnologías están aquellos que dependen de los intereses de cada estudiante. La mayoría acceden a plataformas y sitios relacionados con la carrera, como pedago-g, ejemplo dado por los estudiantes. Además, las utilizan para seguir eventos relacionados con la profesión o revisar artículos científicos, como ya se planteó. Otros acceden a sitios como Duolingo para estudiar idiomas, otros a la Web de cosas curiosas, Instagram (porque recoge los gustos de cada cual o porque se puede acceder a profesionales como los psicólogos).

Se pone de manifiesto la necesidad de una mayor orientación tanto en términos de inversión política como de investigación, en incrementar el uso de las TE en el ámbito formativo, dadas las potencialidades que estos medios aportan al proceso de construcción del aprendizaje significativo.

La mayoría utiliza las redes sociales para chatear con los amigos y familiares, mantenerse informado, recrearse mediante la visualización de series y videos en YouTube y otras plataformas de videos, jugar y escuchar música. Algunos siguen el deporte, temas de ciencia ficción; otros visualizan videos didácticos, sitios de arte, visitas a museos virtuales; buscan historias de vida, canales de ejercicios, modas, recetas de cocina, memes, chismes en Facebook, entre otros. A estas actividades de carácter recreativo y de entretenimiento le dedican la mayor parte del tiempo de ocio. Algunos aluden entre 14 y 24 horas, quitando las horas de sueño; otros refieren cuatro, entre seis y ocho, las noches y los fines de semana.

Unánimemente, perciben que el contacto virtual no sustituye el contacto social. La mayoría coincide en que se dificulta identificar las emociones en los otros por vía digital. Refieren que salen con sus amigos solo que, en ocasiones, se conectan para chatear con otras personas que no participan en el grupo; tirarse una foto y subirla a las redes, etc.

La mayoría utiliza las TE en la búsqueda de sitios que satisfacen intereses individuales de amplia diversidad, más que para su preparación profesional. Todos, sin embargo, las emplean con mayor frecuencia para la comunicación entre ellos y, en menor medida, con familiares y profesores.

Martin Barbero (2000), al referirse al acceso a la información que permiten las tecnologías desde principios de siglo XXI, plantea que este era un ámbito donde se expresan hoy día uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos, al convertirse en una condición clave para la construcción de identidades colectivas. Esto es particularmente trascendental en los momentos actuales, dada la politización e ideologización de las redes sociales por los dueños del mercado. No solo implica una decisiva forma de exclusión social al restringir los accesos (las ofertas y demandas,) sino también por la anulación de culturas que desafíen o disientan el orden económico, social y político ideológico reinante.

Modificaciones en las situaciones de aprendizaje durante y después del aislamiento en casa decretado por la pandemia de Covid-19

Esta fue el tema que acumuló el mayor número de respuestas. El debate estuvo centrado sobre tres subtemas: el estudio independiente, el uso de las tecnologías y la presencialidad. En casi todos los grupos se compartieron las experiencias personales. En general, la mayoría coincide en que después del aislamiento en casa, le dedican más tiempo al estudio independiente y utilizan más las tecnologías. Algunos estudiantes de primer año manifestaron que ese período ayudó a responsabilizasen con el estudio, organizar los contenidos para vencer los objetivos, autogestionar el tiempo e, incluso, lo califican como una etapa de crecimiento personal. Sin embargo, otros reconocen que se desmotivaron por el estudio y después de reanudarse las clases estudian menos.

Las opiniones entre las clases presenciales, semipresenciales y a distancia también difieren entre los estudiantes de diferentes grupos. Varios estudiantes coinciden en que prefieren quedarse en la casa estudiando que ir a la Facultad. También hubo estudiantes de segundo y tercer años que no concordaron con sus compañeros y prefieren estar en las aulas con profesores que expliquen los contenidos. Los de cuarto año tienen experiencias diversas en dependencia de las asignaturas y, en general, plantean que no tienen tiempo para estudiar debido al cúmulo de actividades curriculares.

Finalmente, algunos estudiantes reconocieron como positivo el hecho de que al regresar a la Facultad han tenido más opciones; por un lado, las clases presenciales y, por otro, la comunicación por WhatsApp. Otros reconocieron las bondades del aislamiento en casa porque su aprendizaje se favoreció con la búsqueda de temas de autoayuda.

Al finalizar este tema los estudiantes hicieron sugerencias con vista a futuras situaciones de emergencias. Propusieron organizar el proceso docente de forma interactiva, asociar y simplificar los contenidos, presentar videos confeccionados por los profesores y evitar las tele clases como están concebidas actualmente.

Exploración de los textos de los grupos focales mediante el Atlas.ti.7

El procesamiento de las transcripciones de los cuatro grupos focales realizado por la herramienta de referencia, mediante la codificación automatizada de todas las respuestas arrojó 1754 palabras organizadas en la nube, de las cuales 33 fueron las más reiteradas.

La nube de palabras fue representada en un mapa conceptual como se muestra en la siguiente figura.

Figura 1. Mapa conceptual general (n=190 respuestas) recogido de las transcripciones de los cuatro grupos focales

Si bien es cierto que las tecnologías fueron el centro de atención de los grupos focales, también el estudio, el aprendizaje, otros posibles usos que le dan los estudiantes a las tecnologías y el impacto en el aprendizaje del aislamiento en casa provocado por la Covid-19, fueron temas objeto de debate. Sobre estos aspectos, las palabras más reiteradas por los estudiantes se relacionan con las tecnologías, seguidas por las que vinculan dichas tecnologías a los estudiantes, al estudio y a los profesores. Acceso, celular, teléfono, buscar, información, estudiantes y estudiar son las que concentran las mayores reiteraciones y, de hecho, corroboran los análisis ya realizados sobre el celular como el dispositivo de excelencia utilizado por los estudiantes para buscar información. A su vez, la búsqueda de información se revela como la actividad clave relacionada con el estudio. Llama la atención que la palabra aprendizaje apenas alcanza relieve dentro de la nube.

Otro resultado a destacar son las preferencias de los grupos más avanzados (tercero y cuarto años) con respecto a los de los primero y segundo. Así, por ejemplo, estos últimos son los que más aluden al léxico asociado a las tecnologías y el acceso a la información, mientras que los de los años terminales reiteraron disponibilidad e información dentro de las palabras relacionadas con tecnologías, aunque, en general, refirieron mayormente palabras concernientes a los educandos y los educadores.

En el contexto de las respuestas dadas dentro de cada grupo focal, este resultado se puede explicar porque los más jóvenes, si bien no unánimemente, estuvieron a favor del uso de las tecnologías para el estudio, a diferencia de los más adelantados que reconocen sus bondades, pero prefieren mayormente los textos impresos. Esto sugiere que las nuevas generaciones están más familiarizadas con las tecnologías y, en la medida en que se potencie su uso con fines docentes y se resuelvan las dificultades de infraestructura, se hará más eficiente su aprovechamiento.

Entre las limitaciones del presente estudio están su carácter exploratorio y circunscrito a la Facultad de Ciencias de la Educación. Será necesario continuar los estudios sobre esta temática con vista a profundizar y optimizar el uso de las TE en el diseño curricular que sustenta la formación profesional del psicopedagogo y otros profesionales de la Educación de la Universidad de Ciencias Pedagógicas "Enrique José Varona".

El presente estudio exploratorio demostró un uso mayor de las tecnologías por parte de los estudiantes, específicamente, de la telefonía celular con fines educativos.

No se observaron hábitos de estudio bien establecidos en los estudiantes de forma sistemática, sino en respuesta a demandas motivacionales extrínsecas. El aprendizaje de las asignaturas dependió de la complejidad, el volumen de contenidos, pero también, de la motivación de los estudiantes y de la que lograron despertar los profesores. Fue significativa la prevalencia de estudiantes que aún prefirieron los libros de texto para estudiar. No parece que los estudiantes participantes en los grupos focales hayan desarrollado habilidades metacognitivas con respecto al aprendizaje.

El acceso a las TE se concibe desde el punto de vista tradicional, como herramienta de apoyo al proceso docente educativo o, cuando más, de comunicación en entornos no presenciales o semi presenciales. Esto limita severamente las amplias posibilidades que hoy día tienen las TE, t estas no se visualizan para la formación profesional desde todas las aristas y potencialidades que tienen.

El uso intenso que los estudiantes dan a las tecnologías con vista al entretenimiento y la recreación, se realiza según los intereses individuales de los estudiantes. La pandemia de Covid-19 obligó a una parte de los estudiantes entrevistados a concientizar la necesidad del estudio independiente y utilizar con énfasis las TE.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alcívar, Trejo C., Vargas, Párraga V., Calderón, Cisneros J., Triviño, Ibarra C., Santillan, Indacochea S., Soria, Vera R., Cárdenas, Zuma L. (2019). El uso de las TIC en el proceso de enseñanza- aprendizaje de los docentes en las Universidades del Ecuador. Revista Espacios, 40 (2), 27. https://www.revistaespacios.com/a19v40n02/a19v40n02p27.pdf

Área, M. & Adell, J. (2021). Tecnologías Digitales y Cambio Educativo. Una Aproximación Crítica. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación,19(4), 83-96. https://doi.org/10.15366/reice2021.19.4.005

Balluerka, N., Gómez, J., Hidalgo, M., Gorostága, A., Espada, J. y Padilla, J. (2020). Las consecuencias psicológicas de la Covid-19 y el confinamiento. Servicio de publicaciones de la Universidad del País Vasco. https://www.ub.edu/web/ub/ca/menueines/noticies/docs/Consecuencias_psico logicasCovid-19.pdf

Bond, M., Zawacki-Richter, O. and Nichols, M. (2019). Revisiting five decades of educational technology research: A content and authorship analysis of the British Journal of Educational Technology. British Journal of Educational Technology 50 (1), 1263. https://doi.org/10.1111/bjet.12730

Cabaleiro-Cerviño, G. & Vera, C. (2020). The Impact of Educational Technologies in Higher Education. GIST Education and Learning Research Journal, 20, 155-169. https://doi.org/10.26817/16925777.711

Castañeda, L., Salinas, J. & Adell, J. (Junio 2020). Digital Education Review - Number 37. http://greav.ub.edu/der/

Cueva Gaibor, Diego A. (2020). El uso de las TIC en el proceso de enseñanza- aprendizaje de los docentes en las Universidades del Ecuador. Conrado, 6(74), 341-348. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S199086442020000300341&lng=es&tlng=pt.Harrell

C., M. & Bradley A., M. (2009). Data Collection Methods. Semi-Structured Interviews and Focus Groups. RAND https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/technical_reports/2009 /RAND_TR718.pdf

Jinghui Hou, Justin Rashid, Kwan Min Lee (2017). Cognitive map or medium materiality? Reading on paper and screen. Computers in Human Behavior 67, 84-94. http://dx.doi.org/10.1016/j.chb.2016.10.014

Martin Barbero, J. (31 de octubre al 2 de noviembre de 2000). Transformaciones comunicativas y tecnológicas de lo público. Ponencia presentada en el V Encuentro Iberoamericano del Tercer Sector "Lo público: una pregunta desde la sociedad civil", Cartagena. Colombia.

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2021). Marco de competencias de los docentes en materia de TIC. Raja, R. & Nagasubramani,

P.C. (2018). Impact of modern technology in education. Journal of Applied and Advanced Research, 3(Suppl. 1), 33-35. https://dx.doi.org/10.21839/jaar

Selwyn, N. (2017). Education and technology: Critical questions. En G. Ferreira, L. Da Silva Rosado, & J. Sá Carvalho (Eds.), Education and Technology: Critical approaches (pp. 105-122). SESES. https://osf.io/preprints/socarxiv/rmyg8/

Singer L.M. & Alexander P.A. (2016): Lectura a través de medios: Efectos de la lectura de textos digitales e impresos sobre la comprensión y la calibración, The Journal of Experimental Education. http://dx.doi.org/10.1080/00220973.2016.1143794

Unicef (2019): Annual Report 2019. UNICEF. https://www.unicef.org/media/74016/file/UNICEFannual-report-2019.pdf

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

 

Contribución de los autores

Todos los autores revisaron la redacción del manuscrito y aprueban la versión finalmente remitida.

 


Esta obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional